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Pueblo de gustos y sabores, Torgiano tiene sin embargo también un corazón histórico y artístico que, al llegar al pueblo, se nota inmediatamente: en el centro histórico se puede admirar la Torre Baglioni, testimonio de las antiguas murallas que rodeaban el pueblo, sus iglesias y las dos fuentes creadas por el artista Nino Caruso: la Fonte di Giano y la Fonte dei Cocciari. Pero en el centro de la historia que teje el pueblo se encuentran dos productos que siempre lo han caracterizado: el aceite y el vino. Dedicados a estas especialidades, se han creado dos interesantes museos: el Museo del Vino, ubicado en el Palacio Graziani-Baglioni del siglo XVII, y el Museo de la Oliva y del Aceite, instalado en un pequeño núcleo de viviendas medievales dentro de las murallas del castillo. Productos para descubrir pero sobre todo para degustar... para enamorar.
