Alojamiento: 10 |
Limpieza: 10 |
Encargado: 10 |
Ubicación del alojamiento: 10 |
Calidad/precio: 10
| Desayuno: 10
Hay lugares donde uno se siente bien, lugares donde uno se siente como en casa y lugares donde se deja un pedazo de su corazón. Nosotros, aquí, hemos dejado un pedazo de nuestro corazón. Llegamos a Arcadia Marina después de un viaje bastante largo y después de una semana que no fue nada alentadora, y somos recibidos de inmediato, abrumados y envueltos por una hospitalidad de otra época. El gerente nos lleva de inmediato en un pequeño recorrido por el espléndido jardín, meticulosamente cuidado, y por el edificio. Estamos cautivados por el estilo personal de cada elemento del lugar: desde el papel tapiz hasta los muebles, todo es un testimonio de un viaje, un paso, una experiencia de vida. Estamos en un lugar "con alma" y no hay duda al respecto. Nuestras sonrisas se ensanchan aún más cuando, al llegar a la encantadora cocina común (con una espléndida vista al mar), el gerente abre la nevera ofreciéndonos dos botellas de agua muy bienvenidas y una cerveza. Estamos en un lugar espléndido, rico en una creatividad de espíritu que desborda a cada mirada, y nuestro anfitrión acaba de recibirnos con agua fresca y cerveza helada. ¿Qué más se puede pedir? Una terraza con vistas al mar por un lado y el hermoso pueblo medieval de Porto Maurizio por el otro. No hace falta decir que está ahí, y en este caso también, es un rincón bien cuidado, acogedor y precioso, como las hermosas sorpresas. La habitación también es encantadora, bien cuidada y sobre todo muy limpia. ¡Estamos de vacaciones! Vale, realmente no necesitamos nada más para ser felices, pero recibimos otra sorpresa, ¡un desayuno digno de este nombre! Dulce (tartas caseras) y salado (focaccias con embutidos, tortillas y mini sándwiches rellenos de mini ensaladas griegas de feta, albahaca y pepinos, zumo de frutas, yogur, etc. etc.). Más que el jardín, las habitaciones, la terraza, la limpieza, el desayuno, el agua y la cerveza, mi pareja y yo llevaremos en nuestros corazones la discreción, la profesionalidad y, repito, el alma de nuestros anfitriones. Hay lugares, proyectos y formas de vivir la vida en los que cada gesto cuenta y expresa los sueños, la tenacidad y quizás incluso el sufrimiento que hay que poner ahí para realizarlos. Aquí hay todo, belleza, sueños y sustancia. El lugar del corazón.
se ha alojado del 24/07/2016 al 25/07/2016